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césar álvarez y su esposa milagros asián haciendo proselitismo con el dinero de los ancashinos

Segundo Mandamiento

A propósito del discurso pseudoreligioso que los "comandos" utilizan para comparar, justificar y hasta amenazar a periodistas chimbotanos

Publicado: 2014-06-07

El Segundo Mandamiento de la ley de Dios prohíbe utilizar Su nombre en vano. Sin embargo, vemos que últimamente los “comandos” abusan de El para comparar, justificar y hasta amenazar a periodistas. Agustín Álvarez, hermano del expresidente regional sindicado por la Procuraduría como el cabecilla de una “organización criminal que operaba en Áncash”, declaró en una entrevista que a Jesucristo le hicieron lo mismo que a César Álvarez: “y todavía lo crucificaron y lo mataron”, dijo. Los militantes, simpatizantes y extrabajadores de Cuenta Conmigo, cuando quieren evitar hablar de la prisión preventiva dictada contra sus líderes y correligionarios, dicen que “solo Dios los puede juzgar”. Milagros Asian, ex “primera dama Áncash”, pretende intimidar -por decir lo menos- a nombre de Dios a periodistas locales que denunciaban los casos de corrupción y sicariato por los cuales a su esposo le dictaron detención preventiva por 36 meses (3 años) en Piedras Gordas, penal de máxima seguridad.

Iván Garcés y Gladys Ortega Cadenillas son quienes hasta el momento han recibido estos alarmantes mensajes al inbox de sus Facebooks, los mismos que han hecho de público conocimiento. En ambos la esposa del autodenominado “La Bestia” utiliza a Dios para escribir lo que los periodistas han tomado como una letanía de amenazas e insultos. A Garcés le ha dicho: “Cuando Dios toca y pone su mano, no habrá compasión de Él. Ten cuidado, tienes hijos y nadie, ni tú, eres santo”. Además, arremete refiriéndose a los periodistas no-comandos: “Ustedes se creen intocables, ya les tocará”. A Ortega Cadenillas le ha dicho que haga un periodismo limpio (¿cómo el de Rossy Olivares tal vez?) y que su alma debe estar “perturbada” por su pasado (¿?). Termina su intimidante mensaje afirmando: “Ya me conocerás. Y no te pongas a llorar haciéndote la víctima”.

Es imposible que Dios pueda aceptar este tipo de comportamientos y menos, haber avalado tantos crímenes y delitos durante casi una década de dictadura regional. Si es como afirman los fiscales y Álvarez y Arroyo montaron una organización criminal “para eliminar a sus opositores”, ¿al apretar el gatillo para asesinar a Nolasco, Sánchez Milla, Hilda Saldarriaga o Sánchez Colona, los sicarios contratados con los diezmos eran ungidos por Dios? Cuando los familiares, militantes, simpatizantes y trabajadores “comandos” hacían fiestas interminables que convertían en Sodoma y Gomorra, ¿eran bendecidos por Dios? Cuando los pseudoperiodistas “comandos” insultaban, difamaban y acosaban a quienes denunciaban la corrupción y el sicariato, ¿eran consagrados por Dios? Y cuando los hijos de los asesinados se quedaban huérfanos, como Fiorela Nolasco que perdió a la mitad de su familia en manos de la mafia regional, ¿dónde estaban la prudencia, piedad y justicia que los “comandos” ahora reclaman rabiosamente? Dios no es “comando”.

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Escrito por

César Alberto Sánchez Lucero

Lima, 1985. Escritor y gestor cultural, egresado del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política (PUPC), director de Cola de Lagartija.


Publicado en

República Kafkiana

Espacio dedicado a los absurdos reales que superan la ficción