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El fujimorismo: una patología social

El fujimorismo no es una organización política, es una patología social infecciosa que tiene a Butters como a uno de los principales voceros de sus trastornos

Publicado: 2016-06-14

Phillip Butters representa las patologías de un gran porcentaje de peruanos, de aquello que merece atención y seriedad, pues es lo que nos abisma a la miseria día a día. Estas patologías están representadas en las estadísticas: más de 5 millones de ciudadanos sufren de algún trastorno mental en nuestro país (según cifras del Minsa) y el 80% no es tratado adecuadamente (indica el INEI). Estas son solo cifras de las enfermedades diagnosticadas, ahora imagínense cuántos peruanos padecen patologías que se "mimetizan" socialmente, como Butters: homofóbico, racista y misógino. 

Si bien para algunos existe medicación y para otros no, en ambos casos las políticas públicas en cultura y educación ayudan a menguar estas patologías, desarrollando ambientes de valoración, reconocimiento y respeto hacia el otro. Esperemos que la siguiente gestión presidencial se preocupe más por sanar el espíritu de los peruanos que por pactar con quienes representan esta patología social: los fujimoristas.

No es casualidad que Butters sea fujimorista. Dios los hace y las patologías los junta. Como tampoco es casualidad que nuestro país sea el más retrasado en derechos de la mujer, sexuales y reproductivos. Es aquí donde se evidencia el "Dictum et Factum" (dicho y hecho) o el "Acting Out" (pasaje al acto). Los síntomas de estas patologías, más que en forma de discursos, se revelan como actos, como hechos. Es por eso que tenemos a fujimoristas (y de otros organizaciones mal llamadas "partidos políticos") bloqueando proyectos de ley sobre la unión civil, el aborto terapéutico o promoviendo proyectos en contra de los derechos de la mujer.

Que casi la mitad del país haya votado por el fujimorismo, que representa estas patologías, debería ser el primer indicador para que el virtual presidente y su gabinete entienda que la principal problemática del Perú no es la economía, sino la cultura y la educación, por eso necesitamos que estos ministerios sean, política y presupuestalmente, los más importantes, sino la matanza de más de medio centenar de seres humanos solo será un nota en un programa de espectáculos, "y ahora vamos a ver qué sucedió ayer en Combate y Esto es Guerra".

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Escrito por

César Alberto Sánchez Lucero

Lima, 1985. Escritor y gestor cultural, egresado del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política (PUPC), director de Cola de Lagartija.


Publicado en

República Kafkiana

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